Estaba aquí, de pie, sola y en medio de la oscuridad. Nada nuevo ni no visto por el mundo, el caso es que me sentía más desesperada y ansiosa que de costumbre, quería correr pero mis pies desobedecían el comando, estaba atascada en la nada, eso si era nuevo.
De pronto caí, solo para darme cuenta que aún se podía estar peor. Era como estar pegado a una telaraña y luchar vigorosamente para soltarse, mas yo sabía que estaba por debajo del agua, queriéndome ahogar entre tanta penuria.
Y lo único que se atrevía a sonar en aquella, mi inmensa soledad era una canción con una melodía que me hacía recordar lo que alguna vez, en un tiempo lejano fue. Solo llore, no pude hacer realmente más.
Añoraba el ayer, añoraba menos que el ayer, quería volver ahí y con tristeza evitaba pensar que eso era completamente imposible. "Saber que estamos en tiempo extra y no saber que hacer entonces" fue lo ultimo que me quedo grabado en la mente. Era cierto.
Y ¡Dios! tenía tanto miedo, tanto arrepentimiento, tanta soledad como para dar y regalar. ¿Qué voy a hacer? me pregunte, si lo único que quería era correr y correr fuerte, sacarme la pesadumbre de mi vida y abrazarlo, estar bien de nuevo.
Sí, tal vez pedía mucho y ofrecía poco pero daba lo que fuera por que todo hubiera marchado un poco diferente y estar escuchando esa canción con él, descocidos en llanto en un llanto dulce y tibio, no este llanto amargo que tengo atorado en la garganta.
ojala hubiera un suero del olvido y hacer como si nada hubiese pasado.